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sábado, 27 de abril de 2013

Personajes IV: Enrique Sierra Valenzuela

Enrique Sierra Valenzuela, abogado, escritor y periodista, nació en Adra el 12 de enero de 1845 en el nº 1 de la calle Esperanza, donde existió la llamada "Casa del Gobernador".
Enrique es el cuarto hijo, de un total de cinco hermanos varones, del matrimonio compuesto por el notario abderitano Ramón de Sierra Caro e Isabel Valenzuela Valverde natural de Ugíjar (Granada), que habían contraído matrimonio en 1837.

Durante el verano de 1855 Enrique enferma de cólera y su madre y su hermano Emilio, que morirá el cinco de agosto. Los primeros quince años de Enrique transcurren casi sin preocupaciones estudiantiles ni de formación académica alguna, influenciado por el espíritu liberal de su padre y por los mimos de su madre.
Enrique Sierra Valenzuela.
 
 
Pero Enrique se convierte en autodidacta. Ayuda a su padre en la notaría y se familiariza con el trabajo jurídico. No cesa de leer y escribir poemas, obras de teatro y artículos costumbristas. Campoamor y Larra son algunos de sus ídolos.

Su padre, consciente de que el porvenir literario necesita el ambiente de la gran ciudad decide enviar a Enrique y a su hermano Rafael a Madrid el año 1863. Ramón de Sierra trata de alejar a su hijo de Carmen Basabé del Castillo, de la que se enamora a los 18 años y que a la postre será la mujer de su vida.
Dos imágenes de Carmen Basabé, esposa de Enrique Sierra.
 
 
 
 
 
Dos imágenes de Carmen Basabé, esposa de Enrique Sierra.
 
 
 
 
Enrique continúa su relación con Carmen a pesar de la distancia y ella se convierte en su musa de inspiración de sus primeros poemas en los que la llama "Laura".

Regresa a Adra en el verano de 1865 y formaliza su relación. Carmen había perdido en poco tiempo a sus padres y vivía con su hermano.
 
En Madrid, influenciado por su interés en la literatura. No cesaría de escribir poemas, teatros y artículos periodísticos hasta su temprana muerte en 1880.



sábado, 20 de abril de 2013

Video promocional de Adra II


Adra por Robert Octobon

Imágenes de Adra grabadas entre 1959 y 1964 por Robert Octobon:

 
 
 

Riada en Adra, 1973

El viernes 19 de octubre de 1973 Adra despertaba tras una noche de lluvias torrenciales y fuerte aparato eléctrico que iluminaba todo un pueblo. Sin embargo amaneció un día radiante de ese otoño especial de Almería, con días que parecen una continuidad del verano. De la tormenta solo quedaban como testigos el agua y el barro.
A medida que el día avanzaba comenzaron a llegar noticias confusas desde muchos puntos de las costas de Almería y Granada, que hablaban de muerte y destrucción tras el paso de la gota fría.
 
Precisamente las lluvias torrenciales de los últimos días ponían fin a una sequía que se prolongaba durante dos años atrás. Cuando los comerciantes de la calle Natalio Rivas, la popular “Carrera” abrían sus negocios y limpiaban las aceras del barro de la noche anterior, una repentina procesión desenfrenada de coches y vehículos de todo tipo acabó con la tranquilidad. Decenas de conductores trataban de huir y poner a salvo sus vehículos dispersándose por las calles empinadas que dominan los barrios altos de Adra. Aquella algarabía anunciaba con minutos de adelanto lo que estaba a punto de suceder. El río había recibido en muy pocas horas 206 litros por metro cuadrado y al llegar al desvío artificial que se le hizo en la Cuesta del Borrego, en el camino de La Alquería, una espectacular ola de seis metros de altura- dicen los que la vieron- saltó por encima de los muros de defensa y dirigió una muralla de agua, lodo y fango hacia el corazón de Adra y su vega. El agua enfurecida volvió a recobrar sus escrituras y el imponente caudal tomó su nuevo curso por el camino de La Alquería y se fue a por Adra buscando el mar a la altura del actual edificio Géminis.
 
La vieja muralla de la fábrica de conservas Santa Isabel contuvo durante horas que la mayor parte de la riada penetrase en el centro de Adra, haciendo de encauzamiento hacia los pagos situados entre el camino del Censo y La Habana. Pero cuando no pudo aguantar más, el brazo del río arrasó sin piedad sus instalaciones y se dirigió de Levante a Poniente de la población, entrando al pueblo por la carretera de Almería. Para ese momento, toda la vega de Adra estaba ya inundada y en proceso de destrucción de la mayor parte de sus cultivos.
 
A las diez de la mañana una primera ola comenzó a entrar a la altura del antiguo hotel Abdera, destruyendo el viejo cine Albéniz, situado frente a este establecimiento. Luego, el nivel del agua se fue elevando a medida en que la disposición irregular de las casas de la Carrera iban estrechando o ampliando la anchura de este sorprendente cauce, por el que estuvo pasando agua hasta cerca de las dos de la tarde de forma ininterrumpida, buscando el mar. El puerto de Adra y sus calles de acceso principales entonces (Tarrasa, Carril de Cuenca...) se convirtieron en el objetivo de la riada, pero al llegar al recinto portuario el agua se topó con una muralla que cerraba todas las instalaciones, contra la que se estrellaba y retrocedía de nuevo hacia el pueblo, embalsándose y provocando una mayor destrucción. Entonces, el alcalde, Arturo Oliva Rivas, decidió enviar varias palas excavadoras el puerto y sin esperar la autorización del organismo portuario decidió derribar la muralla por varios puntos, para que el agua encontrase su aliviadero en el puerto y el mar. A partir de ese instante, el nivel del agua comenzó a bajar en el pueblo.
Mientras, los coches que no había sido puestos a salvo en lugares altos del pueblo, eran movidos a placer por el agua...

Fuente: Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra ©
 



















 

25 de abril "San Marcos"

El rey Fernando VI autoriza la creación de la alcaldía mayor de Adra, Berja y Dalias en el año 1753. El primer alcalde mayor fue Cristóbal Robles y Barrio. Este alcalde mayor debería residir un año en cada pueblo, pero fue en Adra donde vivió más tiempo. Cristóbal Robles era originario de Beas de Segura (Jaén), localidad donde estaba muy arraigado el culto a San Marcos. En el año 1.754 donó una imagen de San Marcos a la parroquia de Adra para fomentar el culto al santo evangelista. En esos años la iglesia estaba en obras y durante varios años la imagen del santo estuvo en la ermita de San Sebastián, lugar donde los labradores se familiarizaron con la imagen del Santo y dedicaron a éste la fiesta del dia 25 de abril como fiesta de agricultores. Cuando la imagen es trasladada a la iglesia, la fiesta pasa a ser compartida por toda la población al margen de su ocupación. Esta imagen fue destruida en el año 1936 y fue sustituida por otra de escayola comprada por una representación de labradores abderitanos en Granada, a principios de la década de los años 40. Con ello la fiesta de San Marcos continuó celebrándose cada dia 25 de abril. A partir del año 1988 con la creación de la Hermandad de San Marcos la fiesta toma un nuevo impulso. La hermandad adquiere una nueva talla de San Marcos en 1994 (obra del escultor Eduardo Espinosa Alfambra) y repara la anterior de escayola, que se convierte en la insignia de la sede de la propia hermandad.



 
 
 
La estación
Se trata de una especie de recorrido a pié que se hace desde el 25 de abril al 3 de mayo y que sigue el recorrido de la procesión por las principales calles del casco histórico. Se sale de la iglesia en la calle Real para seguir esta calle abajo y subir la cuesta de la Plaza Vieja y atravesar la Plaza Ortíz de Villajos. Una vez aquí se continúa por las calles Estrella, Sto Cristo, Postiguillo y hasta la Fuente del Barrio en un recorrido ascendente.
A partir de aquí descendemos por las calles Esperanza y Gloria para volver al punto de partida en la calle Real. La estación se hacía descalzo y como vestimenta un hábito rojo sujeto por la cintura con unos cordones amarillos. Este atuendo lo lleva quien tiene "manda" o penitencia impuesta para agradecer un favor dispensado por el santo.
 
 
La romería
Tras la procesión de San Marcos en la mañana del 25 de abril (a pié) tiene lugar al mediodía la romería en la que el Santo es trasladado en un trono colocado sobre el remolque de un tractor agrícola. La romería sale del Camino del Ingenio, continúa por el Camino del Censo, sigue por la carretera de La Alquería y tuerce por el Camino del Molino al Sur del Cerro de Montecristo, para llegar a la Plaza de San Sebastián junto a la ermita del mismo nombre.
En la procesión San Marcos es acompañado por carrozas, caballos y mulos enjaezados.
 

Las Rosquillas y la Ofrenda

Roscas que se reparten de manera gratuita a las 8,00 de la mañana como primera actividad en el día de San Marcos (25 abril), antes de que comience la misa en honor al santo. En esa misa hay una ofrenda al santo de frutas y hortalizas en agradecimiento a las buenas cosechas del otoño, invierno y primavera.
Las rosquillas se reparten en el callejón de la iglesia. Están hechas sin sal, son de varios tamaños y están adornadas con un dibujo que imita a una especie de cuerda.
Durante la misa de la tarde del día 24 de abril el párroco bendice una rosca que será colocada bajo el brazo derecho del Santo y sujetada con un lazo colorao. También bendice las roscas y la harina que será empleada para hacer buñuelos y que serán repartidas a la mañana siguiente.
Junto con las roscas de San Marcos, que la gente suele guardar para ponerla en la cocina de su casa en señal de devoción, protección y suerte, es típica la elaboración de buñuelos de harina.


Caballicos de madera
Durante la tarde del dia 24 de abril, la hermandad reparte en la Plaza de San Marcos (nueva sede de la hermandad) los tradicionales caballicos de San Marcos. Se trata de una silueta de cabeza de caballo realizada en madera de balsa, que van unida a un bastón también de madera que sirve para que los niños corran con él entre las piernas imitando al trote.
Los caballicos suelen ser decorados por los propios niños (ojos, crin, aparejos) y suelen ir acompañados de lazos de colores imitando a la costumbre de enjaezar a los caballos y mulos (adornarlos con cintas).
 




domingo, 7 de abril de 2013

Rambla de Bolaños

El proyecto de embellecimiento de la Rambla de Bolaños ha dotado a Adra de un parque periurbano que conecta con el Paseo Marítimo

La ciudad de Adra cuenta con un parque periurbano en la zona de poniente de la ciudad, concretamente en la Rambla de Bolaños. Se trata de unas obras importantísimas que han permitido embellecer esta parte de la ciudad, gracias al acuerdo que el Ayuntamiento de Adra firmó en 2004 con responsables de la antigua Confederación Hidrográfica del Sur hoy Agencia Andaluza del Agua.
El proyecto, denominado ‘embellecimiento de la Rambla de Bolaños', ha contado con un presupuesto de 1.066.748,28 euros, los cuales han sido sufragados por la Agencia Andaluza del Agua de la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el propio Ayuntamiento de Adra en un 75% y 25% respectivamente. En este sentido, cabe decir que la parte correspondiente a la Junta ha sido mediante aportaciones de los Fondos FEDER de la Unión Europea. En relación a estos porcentajes, al consistorio abderitano le ha correspondido aportar la cantidad de 266.687,07 euros.
 
Para hacer posible este proyecto se llevó a cabo, en primer lugar, una actuación de canalización en el margen izquierdo, mientras que el derecho se adecuó un carril de paseo y una zona verde con 300 álamos y varias especies más de flor y planta. Asimismo, y a fin de aportar al ciudadano un sitio de descanso y recreo, se ha dotado a esta zona de bancos y un mobiliario urbano.
Dicha rambla se encuentra justo al lado de la urbanización de La Caracola, Balcón al Mar y el Hotel Barceló y, por tanto al lado del mar. Se trata de un entorno natural muy bonito que actualmente se encuentra muy deteriorado y en tierra y que con estas obras será adecuado medioambientalmente para crear en él un parque periurbano que podrá ser disfrutado por los abderitanos, pero también los visitantes que lleguen a nuestra ciudad.
 
 
 
 


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